La soda, agua de soda o sifón, es agua carbonatada que se obtiene infundiendo dióxido de carbono bajo presión, a veces con minerales añadidos para un perfil de sabor distintivo. Se diferencia de otras aguas con gas por su neutralidad y frescura. En coctelería, se usa para alargar bebidas, añadir efervescencia y aligerar destilados, siendo base de highballs y refrescando combinados sin aportar sabores extras.